La agencia de detectives de Frankfurt resuelve un caso en Bad Homburg

Los archivos de clientes son el capital de toda empresa. Por lo tanto, es muy importante un manejo cuidadoso de estos datos, a veces sensibles. Es aún más fatal si estos datos caen en manos equivocadas y se produce un uso no autorizado de los datos de los clientes. El primero que cabe mencionar en este contexto es el robo de datos bancarios, pero a menudo también el simple robo de direcciones. El robo de direcciones también estuvo involucrado en el caso de un gran proveedor de construcción de Bad Homburg, cuya llamada de auxilio llegó hasta nosotros. Los clientes de esta empresa se quejaron masivamente porque de un día para otro eran bombardeados con publicidad agresiva. Se dieron cuenta de que en las siniestras cartas de ventas también aparecían errores ortográficos que reconocían en las cartas de presentación de sus proveedores. En estos casos, naturalmente, el origen del material de dirección se determina rápidamente. La empresa fue acusada de revender sus direcciones. Los clientes enojados amenazaron con poner fin a la relación comercial, por lo que la dirección de la empresa se vio obligada a prometer que los hechos se aclararían rápidamente. Para investigar el uso no autorizado de los datos de los clientes, finalmente llamaron a una renombrada agencia de detectives de Bad Homburg, conocida por su enfoque profesional.

Con el fin de preservar las pruebas y conocer mejor la personalidad y las posibles energías criminales de los empleados, un detective de la agencia de detectives se infiltró en la empresa para investigar en Bad Homburg. Rápidamente quedó claro de cuál de los datos de direcciones de acceso se había copiado, es decir, se había llevado a cabo el robo de direcciones. Sin embargo, el empleado con este acceso era irreprochable. Sin embargo, resultó que un ex empleado de soporte técnico también tenía los datos de acceso y todavía podía acceder a la red interna de la empresa, al menos seis meses después de su despido. Ahora había llegado el momento de conseguir pruebas del robo de direcciones. Uno de los primeros caminos paralelos a la infiltración de un empleado llevó a la agencia de detectives que investigaba en Bad Homburg hasta la empresa de publicidad que había comprado los datos de los clientes.

El origen de los archivos no se conocía cuando fueron comprados, por lo que rápidamente aceptaron ayudar a aclarar el asunto. Después de obtener la correspondencia y los datos bancarios del vendedor, se pudieron asignar sin mucho esfuerzo al exempleado en cuestión y se cerró la cadena de pruebas. El señor, que había construido un lucrativo negocio con el uso no autorizado de datos de clientes, en este caso el robo y la venta de direcciones, ahora se encuentra a la espera de un proceso judicial en el que tendrá que afrontar su responsabilidad. De esta forma se podrían evitar los grandes daños que habría sufrido la empresa por la pérdida de confianza.

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